Una prohibición casi total de los productos consumibles con THC a base de cáñamo avanzó el martes en un panel clave del Senado de Texas, en aparente desafío al gobernador Greg Abbott, quien el mes pasado les dijo a los legisladores que quería que regularan la industria de 8 mil millones de dólares, no que la prohibieran.
El Proyecto de Ley 5 del Senado, del senador Charles Perry, republicano por Lubbock, criminalizaría las gomitas, los vaporizadores, las bebidas, los bocadillos y las flores fumables que contengan cualquier cantidad de tetrahidrocannabinol, el compuesto psicoactivo presente en las plantas de cannabis, incluyendo la marihuana y el cáñamo.
La legislación fue aprobada por el Comité de Asuntos Estatales del Senado con una votación de 10 a 0 tras más de cinco horas de testimonios.
“Detesto este problema, del cual asumo, en cierta medida, la responsabilidad personal”, dijo Perry, autor de la legislación agrícola estatal de 2019 que permitió el florecimiento del mercado del THC. “Este barco venía, quisiéramos admitirlo o no. Pensé que podríamos adelantarnos… Pero estamos aquí hoy, y no regulamos bien las cosas”.
Abbott, republicano, vetó una prohibición similar a finales de junio y ordenó a los legisladores que volvieran al Capitolio estatal para volver a debatirlo, argumentando que el proyecto de ley, aprobado en los últimos días del periodo ordinario de sesiones, perjudicaba la industria agrícola del estado y se oponía a la legislación agrícola federal de 2018 que legalizó los productos de cáñamo.
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