El terror ha vuelto a instalarse en las calles de Estados Unidos durante las fiestas navideñas y, más concretamente, en la I-10 de Houston, en el estado de Texas. Un conductor ha sido detenido tras una persecución digna de la mejor película de Hollywood. El hombre conducía un tráiler por la autopista con la cara ensangrentada y tuvieron que destrozar su cabina para sacarlo.
El tráfico en la carretera tuvo que ser paralizado durante al menos tres horas debido a la circulación de un tráiler de 18 ruedas con un conductor con la cara ensangrentada, sin que se sepa si esto era fruto de un delito anterior o resultado de su conducción temeraria por las carreteras estadounidenses.
Agentes del condado de Harris comenzaron una persecución por la autopista y, al acercarse al vehículo de grandes dimensiones, pidieron al conductor que redujera la velocidad y, al no obtener respuesta, emplearon alambres de púas y se puso en marcha un equipo táctico para responder a la situación.
Finalmente, el equipo especial logró pinchar las ruedas del tráiler, pero aún quedaba otro problema: el conductor se negaba a abandonar el vehículo y las autoridades tuvieron que emplear la fuerza.
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